El día de muertos es una tradición única de México que me encanta, porque no existe en ningún país. Me gusta poder recordar a las personas que ya no están con nosotros, ver a la muerte con otros ojos, y celebrar algo que puede ser difícil. Me encantan los colores, las tradiciones, las ofrendas y todos los elementos. Dos de mis favoritas son los altares y el pan de muertos.

La primera vez que intenté hacer pan de muerto tenía muchísimo miedo porque pensé era super difícil. Y me di cuenta que no. Aunque esa misma vez en medio de la amasada juré que nunca iba a volver a hacerlo. Pero desde ese entonces lo hago cada año y me encanta.

INGREDIENTES

  • 600 gramos de harina de trigo
  • 150 gramos de azúcar
  • 1 cucharadita de sal
  • 30 gr levadura fresca
  • 3 huevos
  • 100 ml de leche
  • 1 cucharadita de esencia de azahar
  • Ralladura de naranja
  • 180 gramos de mantequilla
  • 1/3 taza de mantequilla fundida para el acabado y 200 gramos de azúcar para espolvorear.

PREPARACIÓN

Siendo 100% honesta les digo que la amasa de este pan necesita muuucha paciencia. Si no tienen tiempo, o no tienen ganas de amasar, en lugar de hacer todo en la mesa pueden hacerlo en una batidora con gancho para pan. Es muchísimo menos trabajo y también queda super rico ;). Pero de todas formas les paso la receta original por quien se quiera aventar.

  1. Preparar en una taza o plato hondo la esponja. Para esto poner levadura con un poco de leche o agua tibia y una cucharada de azúcar. Dejar reposar por unos 20 minutos en un lugar cálido y oscuro. La esponja deberá haber doblado su tamaño.

  2. Mezclar harina, azúcar, sal en un bowl o refractario.

  3. Si vas a mezclar todo en la batidora, empieza a batir. De lo contrario vaciar la mezcla sobre una mesa y forma un hoyo al centro. Se debe de ver como un volcán con un cráter en medio.

  4. Mezclar los huevos con la esencia de azahar y la ralladura de limón y agregar esta mezcla a la batidora o al centro del volcán. Si estás haciendo todo a mano comenzar poco a poco a meter la arena al liquido sin que se derrame.

  5. Conforme se va formando una masa pegajosa, agregar la levadura que debe de estar ya activa (con burbujas) poco a poco y amasar o seguir batiendo en la batidora.

  6. Incorporar a la masa la mantequilla a temperatura ambiente cortada en pequeños cubos.

  7. Continuar amasando o batiendo hasta que la masa despegue de la mesa o de la batidora.

  8. Colocar la masa en un tazón o bowl y dejar fermentando en un lugar oscuro, cálido y húmedo por dos horas. La masa debe de haber doblado su tamaño.

  9. Dividir la masa en 2 y de cada pedazo dejar un poco de masa para los huesitos y la bola de arriba. Entonces hacer dos bolas para los panes.

  10. Poner las bolas en una bandeja de horno (con papel de hornear) y dejar por otra hora adentro del horno (sin prender)

  11. Una vez que los panes están esponjados, sacar del horno. Formar los huesitos y la bola con la masa que separamos y decorar el pan.

  12. Aquí hay dos opciones: barnizar el pan antes de hornear o después. Yo siempre hago uno y uno. Si vas a barnizar antes barniza con un huevo y una brocha.

  13. Hornear en un horno precalentado a 180°C por aproxiamadamente 15 minutos o hasta que los panes tengan un color dorado.

  14. Al salir del horno, dejar enfriar y espolvorear con suficiente azúcar.

  15. Si no barnizaste con huevo, barnizar con mantequilla derretida y espolvorear el azúcar.

Me cayó el 20!

Me ha caido el 20 de dos cosas cuando he hecho pan de muerto a mano y sin batidora:

  1. Tener paciencia y no desistir. La masa del pan de muerto se pone super chiclosa y da mucha tentación de agregar más y más harina. La solución solo es seguir haciendo el pan y amasar, amasar, amasar.


  2. Se vale no hacerlo a mano. Siempre pensé que quedaba mejor el pan a mano y que como es lo verdaderamente tradicional, debía hacerlo así. Pero el pan de muerto queda igual (o mejor) si se hace con batidora, me estreso menos y me quedan ganas de volver a hacerlo el siguiente año.